
Me dio mucho gusto escribir la nota de esta semana, pues trata de un tema que en la Ciudad de México ha tenido gran auge y que busca la salud y el bienestar de sus ciudadanos. Andar en bici no sólo mejora la condición física y la salud, sino que además contribuye a la ecología y mejora el humor, pues además de las endorfinas que produce el propio ciclista y que lo mantienen alegre, al evitar los congestionamientos viales provoca una relajación en su estado de ánimo y por ende en las personas que le rodean.
Para darnos cuenta de como aportamos a la reducción del tránsito y por consecuencia aportamos a mejorar la ecología de la ciudad, les menciono algunos datos relevantes. Un ciclista promedio recorre un trayecto de 5 km, equivalente a la distancia de la Del Valle a la Condesa, en aproximadamente 15 minutos; su velocidad promedio es de 20km/h. En cambio, en condiciones de tránsito pesado, un automóvil requiere 20 minutos para ese mismo recorrido; su velocidad promedio es de 15km/h.
Esto nos muestra que dadas las condiciones de la Ciudad de México, así como muchas grandes ciudades de México y el mundo, el ciclismo se presenta como una buena opción para transitar distancias cortas y medias, pues se pueden recorrer en tiempos no sólo equivalentes a los del automóvil sino incluso menores, con la ventaja de no contaminar y de realizar ejercicio al mismo tiempo.
Debemos tomar en cuenta también, que una calle promedio de 3 carriles mide 9 metros de ancho. En una calle de estas características, en la cual sólo pueden circular 3 carros por fila, podrían circular 12 bicicletas con espacio suficiente; es decir, cuatro veces más. Además, en una cuadra promedio de 125 metros de longitud (estándar en varias ciudades), caben 90 carros en 3 carriles. En ese mismo espacio caben 840 bicicletas. Este dato resulta importante cuando vemos que las estadísticas de ocupación de automóviles en la Ciudad de México indican que de cada 37 carros, sólo 8 circulan con 2 o más personas; es decir que el 78.4% de los carros circulan con sólo una persona. De acuerdo a estas cifras, en los 90 carros que caben a lo largo de una cuadra podemos determinar que son ocupados por aproximadamente 108 personas; 108 bicicletas ocuparían tan sólo 14 metros y obviamente sin contaminación.
Decidí poner a prueba estas cifras y realicé un experimento en el que observé que en el tiempo que dura un 'siga' en Av. Insurgentes y Av. Álvaro Obregón en 'hora pico', alcanzaron a cruzar 55 automóviles de los cuales sólo 13 llevaban más de una persona dentro. De acuerdo al porcentaje de ocupación vehicular, en ese lapso alcanzaron a cruzar aproximadamente 73 personas. En lugar de esos 55 automóviles, en ese mismo lapso de tiempo hubieran podido cruzar hasta 220 ciclistas; mucho más que las que lo lograron en automóvil.

La segunda fase incluirá hacia el oriente toda la colonia Roma hasta Av. Cuauhtémoc y la colonia Doctores hasta Dr. Vértiz, al norte las colonias San Rafael y Tabacalera, hasta Av. México-Tacuba, el Centro Histórico y para beneplácito de toda la comunidad LGBT, Zona Rosa. Esta fase tendrá 75 nuevas cicloestaciones y 1170 nuevas bicicletas.
Para la tercera fase, el polígono se ampliará hacia el sur hasta Viaducto y Parque Lira para comprender las colonias Escandón, Tacubaya y San Miguel Chapultepec, y al poniente hasta Periférico y Ejército Nacional para incluir todo Polanco y Anzures. Esta fase tendrá 110 nuevas cicloestaciones y 1600 nuevas bicicletas.
Con esta ampliación, Ecobici pasará del lugar 17 en el ranking mundial de este servicio, al número nueve y se consolidará como el más importante de toda América Latina.
Así es que la propuesta para esta semana es andar en bici y si con estos datos no las logré convencer, les dejo aquí un programa que busca fomentar el uso de la bici por medio de la publicidad.
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Y si con todo esto no las he logrado convencer, vean aquí los resultados: